domingo, 25 de abril de 2010

EL VIRREY SOLÍS



Buenos días jovenes estudiant@s del I.T.A FELIPE CORDERO.

Por ahí supe que estaban juiciosos leyendo mis publicaciones, entoces aqui me tienen otra vez con ustedes, y sé que son un grupo escolar muy querido, que se han tragado la cantidad de pajarilla que yo les he dicho en clases y ahora por este medio. Vamos al grano con el virrey solís.

Quedamos la semana pasada en que Eslava, pidió reemplazo, y de España le mandaron a don José Solís Folch de Cardona pa que lo relevara.
El que oiga estos nombres con tantos apellidos y como tan solemne se imagina un viejo de esos estirados y malencarados, y mentiras que tendría por ahí 35 años, y era un tipo de esos simpáticos y buenas personas. Pero tambien medio calavera. O calavera y medio, precisamente por eso fue que la familia de él intrigó pa que lo mandaran pa estas Indias, a ver si aquí se le quitaban los brinquitos. y lo consiguieron muy fácil, por que tenían vara alta con el rey, por que eran de estrato 16: él mismo era duque. Pero no de los de marinilla de sabados felices.

Pero no les valío haberlo despachado pa acá, por que aquí siguió en las mismas, y ya de virrey se volaba por las noches por la puerta falsa del palacio, sería el de Nariño?, a parrandear con sus amigotes. lo cierto del caso es que Solís no era ningun Santo. Pero eso sí: era un tipo muy activo y muy simpático y muy piloso, que le puso muchas bolas a su virreynato: levantó la estadística, que hacía mucha falta, organizó las minas y dejó hechas un montón de obras muy importantes, como caminos, puentes, y hasta un acueducto pa Santa Fe. Pero como niño bueno no descuidaba sus entretenimientos. y uno de éstos era una mocita muy querida que se levantó, que le decían la maruchenga, que se llamaba María Lugarda Ospina, de Guasca, de esos mismos Ospinas de Mariano. Como que era un bomboncito, y lo tenía completamente loco.

Pero al virrey Solís le pasaban unas cosas interesantes oigamos lo que le pasó una noche. Pues se disfrazó, pa que no lo conocieran, y salió por la puerta falsa, y se fué pa donde su viejita, y cuando volvió, ya de media noche pal día, resulta que se le perdió la llave y tuvo que tocar el portón de adelante, pero el portero no lo quiso dejar entrar porque dizque no lo conocìa, y entonces tuvo que mandar llamar a otro encargado, y ese sí le abrió la puerta, pero también lo sapió al otro día con los oidores de la Real Audiencia. y los Oidores, sería por envidia que le tenían , le mandaron una carta al rey contándole el manejo de su virrey, pa que lo mochara o por lo menos le llamara la atención por los escandalos que estaba dando.
pues el rey recibió la carta de los Oidores y les contestó con lo que llamaban una cédula; pero al mismo tiempo le mandó a Solís, que era íntimo amigo de él, una carta particular que le decía que no se preocupara pero que bregara a no dar mucha papaya y escándalos en adelante, pa dejar a los Oidores aburridos y que no lo volvieran a informar. Despues de haber sido sapiado Solís no volvió a las andadas. Al contrario: se metío de franciscano terciario, de esos que no se ponen sotana, y esperó que le llegara el reemplazo que él mismo habia pedido. Cuando le llegó, que fué don Pedro Messía de la Cerda, le entregó el bastón y remató todo lo que tenía y lo repartío entre los pobres; en una jíquera metío treinta mil pesos fuertes- que en ese tiempo debía ser un platal- y se los entregó a los padres del hospital San Juan de Dios, tambien les hizo escrituras a los franciscanos de uno terrenos que por ahí tenía al escondido.

Despúes, cuando todo mundo lo creia en España, una noche salió de su casa sin que nadie lo viera, se presentó a la portería del convento de San Diego, y fue entrando como Pedro por su casa. Porque era que ya tenía todo arreglado pa encuevarse por el resto de sus días. Pues allá duró de hermano lego como ocho años, durmiendo en el suelo encima de un cuero de ovejo,cobijado con una ruanita de mala muerte. Despues hizo el viaje hasta Santa Marta a que lo ordenaran, y volvio a Santa Fe a su convento, y al año murio. Que Dios lo tenga en en su santa gloria, en compañia del alma bendita de Maruchenga.

Nos vemos dentro de ocho días con MESSÍA DE LA ZERDA.
Chao pelados.


sábado, 17 de abril de 2010

ERASE UNA VEZ EL NUEVO REINO DE GRANADA I

Por allá en el año 1550 empezó a funcionar en Santa Fe de Bogotá la Real Audiencia, con los Oidores que era la que tenía que ver con el mando y la justicia de todo lo que eran la gobernaciones de Cartagena, Santa Marta y el Nuevo Reino de Granada, que era lo que habia conquistado Quesada. Por que antes esas tierras dependian de Santo Domingo. Esa Real Audiencia duró 14 años, ahi no pasó nada que valga la pena.
los Oidores eran cuatro señores muy estirados y muy importantes. Oigan cómo los pintan en una historia:
"Los Oidores estian de negro, usaban pantalones hasta la rodilla, golilla y puños blancos de encaje y calzaban zapatillas. Iban a las sesiones de la Audiencia precedidos de sus alguaciles, quienes tambien vestian de negro, llevaban la cabeza descubierta, el sombrero de tres picos en la mano izquierda, y en la derecha una vara negra como signo o anuncio de la autoridad, que todos a su paso saludaban con respeto" Digo yo que eso parecía como una procesión del Santo Sepulcro. en todo caso, eso fue una época muy aburrida, que no tiene mayor cosa que contar, y que duró como les dije 14 años, y entonces el rey resolvió mandar lo que llamaban un presidente.
El primero de todos fue Venero de Leiva, que duró 10 años. Como que fue buen tipo y se manejo bien con los indios y el siempre hizo un poco de obras. Mi Dios lo tenga en su santa gloria.

A principios del siglo XVIII, es decir de 1700 en adelante todavía nos mandaban los que llamaban presidentes; Pero en 1719 resolvieron mandar de España el primer virrey, que se llamaba Jorge Villalonga. Ese no duró sino 4 años, por que él mismo les hizo ver a los mandones de España que esto no merecía todavía ser virreinato; Que aquí no habia sino misería y falta de ánimo pa trabajar la gente libre, y que estaban acabando con los pobres indios en las minas y en toda clase de trabajos. Mejor dicho, que esto estaba en la olla.

Entonces acabaron con el tal virreinato y volvieron a nombrar presidentes, que duraron hasta 1739, y entonces volvieron a establecer otra vez, ahora sí en forma el virreinato. ¿ y saben por que? Pues por que España estaba sintiendo pasos de animal grande.

A finales del siglo XVII, como quien dice en 1690 y pico, uno de esos piratas que navegan en los mares y no tiene más leyes que Dios, que se llamaba Juan Bernardo, barón de Pointis, atacó a cartagena era por que España estaba en problemas con Francia. Pues esta, vez era con Inglaterra, que estaba empeñada en hecharle mano al comercio de estas Américas, y no perdían lance de embutirle y mandarle piratas y lo que fuera.
Y entonces fue cuando en España, viendo que se les iba a poner el dulce a mordiscos, resolvieron otra vez volver a nombrar virrey pa esta tierra, por que hasta entonces nosotros dependiamos del único virreinato que había en Suramérica, que era el del Perú, y eso siempre quedaba como mucho lejos. Y nombraron a don Sebastián de Eslava, que se establecio en Cartagena , pa que la defendiera, y atoda la costa, si es que los Ingleses venían a atacar. Pero estabamos hechos fuera del virrey Eslaba que tenía el bigote muy jumado en otras guerras, estaba encargado de la defensa, por el lado del mar, nada menos que don Blas de Lezo.

Saben quien era don Blas de Lezo? Un macho de marino que en 22 combates habia dejado la pierna izquierda y el ojo del mismo lado, y tenía inutilizado el brazo derecho. Pero no se dieron a la pela sino que le ganaron a los Ingleses que quedaron bien aburridos, mejor dicho con el rabo entre las piernas.

Pero sigamos ahora sí con la tal colonia del tiempo de los virreyes, que no es que sea muy entretenida que digamos. Pero que le vamos a hacer: Siempre hay que contarla, aunque sea por encimita.
Eslaba siempre alcanzó a durar como diez años en Cartagena, y le entregó el bastón a José Alfonso Pizarro, que éste sí subió a Santa Fe a ponerse al lado de la Real Audiencia; pero encontró como muy duro y cansón el puestecito, y a los tres años, en 1753, pidió remplazo, y de España le mandaron a don José Solís Folch de Cardona pa que lo relevara.

Y en la próxima será que veremos que tan buena gente era este virrey Solis, pa no llenarles hoy la cabeza de nombres, por que se me aburren,

jueves, 8 de abril de 2010

EL CAMINO DEL BICENTENARIO 1.

El
El 20 de julio de año 2010 se celebrará en Colombia el Segundo Centenariodel Grito de Independencia. Fecha memorable que debería exaltar los corazones de los colombianos para demostrar que aún sentimos gratitud po raquellos compatriotas que entregaron su vida en los cadalsos y en los camposde batalla para legarnos el don precioso de la libertad. Fecha inmarcesible que debería atizar en nuestras almas el eterno amor por esta patria, que Dios en su infinita bondad nos regaló, tan llena de riquezasy de dones, que malgastamos y solo explotamos para el mal y perversión de la misma humanidad. Fecha bendita que debería servir para agradecer al Creador los bienes materiales y espirituales con los cuales dotó a los colombianos y hacer elvoto nacional para que la paz cubra los campos de esta tierra bendita y vivamos como hermanos. Fecha esperanzadora para iniciar una nueva vida cimentada en el ideariode nuestros Libertadores. .Fecha esperanzadora para iniciar una nueva vida cimentad en el ideariode nuestros Libertadores.
El área de ciencias sociales del Instituto Tenico Agropecuario Felipe Cordero de Concepción; no serà ajeno a dicha celebración, por eso en este blog se trabajara y se publicaran aspectos concernientes con el Bicentenario.

Bienvenid@s al reencuentro con nuestra historia.
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CAPSULAS DEL BICENTENARIO

Cápsulas del Tiempo


EL CAMINO DEL BICENTENARIO 1.

El Grito de Independencia - El Florero de Llorente

El Grito de Independencia - El Florero de Llorente

El Grito de Independencia
El Florero de Llorente
Julio 20 de 1810

Lo que empezó como un enfrentamiento entre españoles y criollos se convirtió en el punto de partida de la Independencia del país.

Para Colombia el 20 de Julio de 1810 es considerado el acontecimiento fundacional de la República de Colombia, y con ella se inicia el calendario festivo y conmemorativo de la vida republicana. Los episodios de aquella fecha han quedado representados en diversos óleos como el de Pedro A. Quijano o la acuarela de Pablo Emilio Achury, que con una casa museo que lleva su nombre son apenas un indicativo de su trascendencia para la historia política nacional.

Aquel viernes, día de mercado, la ciudad de Santafé era el escenario donde confluían campesinos procedentes de diversos sitios aledaños a la ciudad, como la Peña, Egipto, Belén, San Cristóbal, Usaquén y La Calera. Cargados con sus habituales mercados regateaban con los santafereños los precios de sus tradicionales cosechas y animales de cría. La Bogotá de entonces no tendría más de 20.000 habitantes y sus límites los marcaba por el norte con San Diego y Chapinero, al sur Las Cruces; al oriente, Egipto y al occidente, La Capuchina.

En los costados de la plaza mayor estaban dispuestas las construcciones del establecimiento político colonial: la cárcel, la casa de los alcaldes ordinarios, el cabildo, la escribanía y archivo, y la casa privada del virrey.

En la esquina de la calle Real con 11 tenía su casa y negocio uno de los protagonistas de la reyerta del 20 de Julio de 1810 entre criollos y chapetones. Era José González Llorente, gaditano que llegó a Cartagena de Indias en 1779. La fortuna que hizo allí con el comercio le permitió trasladarse definitivamente a Santafé a comienzos del siglo XIX.

En la ciudad se le identificaba políticamente por sus afectos al soberano y sus ideas realistas.

El día de los hechos, según lo relata Acevedo y Gómez "...fue don Luis Rubio a pedir prestado un ramillete a don José González Llorente, comensal del fiscal Frías; Llorente le negó con excusas frívolas; se le dijo que era para disponer la mesa que se le preparaba en obsequio del diputado regio don Antonio Villavicencio y respondió que se caga en Villavicencio y en todos los americanos; al momento que pronunció estas palabras le cayeron los Morales, padre e hijo; se juntó tanto pueblo, que si no se refugia en casa de Marroquín, lo matan".

Mueran los chapetones, cabildo abierto, fue la consigna del día, y José María Carbonell, el líder de los 'chisperos'. Entre tanto los criollos como Camilo Torres prepararon la batalla política, que debía culminar en la conformación de una junta de gobierno. José Acevedo y Gómez condujo la conformación de la Junta Suprema de Gobierno que sustituiría al virreinato.

El papel del virrey Amar y Borbón en el contexto de los hechos del 20 de Julio fue sintetizado por el periodista e historiador Arturo Abella:

"Las etapas se habían cubierto casi en horas: de cabildo extraordinario a cabildo abierto; de cabildo abierto a junta suprema; de golpe contra el virrey a nombramiento simbólico de presidente de la junta; de visita al ex virrey para que prestara juramento, a orden para que concurriera a escuchar -por fortuna era sordo- un bando que desde el balcón del cabildo se leería al pueblo; de 'traslado' de la casa a su primera detención y de ésta a la cárcel con grillos; no cabía otra acción: expulsar cortésmente a los símbolos de la tiranía española y empezar a romper las ligaduras de los criollos con los peninsulares".

Los hechos del 20 de Julio estuvieron lejos de ser un motín o insurrección espontánea, como aquellas que habían caracterizado la vida política colonial. Fue un plan previamente dispuesto por los criollos que en reuniones sucesivas en casa de Acevedo y Gómez, y luego en el Observatorio Astronómico cuyo director era Francisco José de Caldas, acordaron maquiavélicamente la manera de desencadenar los hechos.

Las tensiones políticas entre criollos y peninsulares manifestadas en los hechos del 20 de Julio no deben ocultar la más característica de las actitudes políticas criollas, como fue la profunda ambigüedad con la Corona, lo que les permitió diversos procesos de autoafirmación frente a los indígenas y las denominadas castas durante el transcurso del período colonial.

Varios son los hechos que expresaron esta actitud. Como el 11 de septiembre de 1808, cuando las calles de Santafé se engalanaron con motivo de la jura de Fernando VII, en la cual participaron peninsulares y no pocos criollos. Más tarde, cuando las tropas francesas ocuparon España y Fernando VII fue forzado a abdicar para ser sustituido por el hermano de Napoleón, José Bonaparte, se suceden en España insurrecciones y levantamientos, y en América la conformación de juntas, todas ellas profundamente leales al depuesto monarca.

Las tradiciones políticas de los criollos, si bien se expresaron de manera constante en los tres siglos de dominio colonial, van a encontrar en la coyuntura de 1808 a 1810 el período histórico de la más profunda mutación político-cultural y el momento en que los criollos rompen la identificación con el Rey.

Las juntas que se establecieron tanto en España como en América, como lo plantea el historiador François-Xavier Guerra, dieron origen al tema de la representación política, como uno de los componentes modernos de las revoluciones en el mundo hispánico. En América en general y particularmente en la Nueva Granada fue el patriciado de las ciudades el que tomó la iniciativa.

Son varios los momentos que en esta coyuntura explican el contenido político de la reyerta del 20 de Julio de 1810. La resistencia española contra la dinastía napoleónica y su resonancia en América van a tomar un nuevo curso con el establecimiento de la Junta Central Suprema el 20 de febrero de 1808 y luego a comienzos de 1810 con el Consejo de Regencia. La idea de reino o colonia, conceptos centrales en la mentalidad criolla, van a encontrar un quiebre definitivo en la representación en estos consejos.

A pesar de que los criollos fueron invitados a participar con delegados ante la Junta Central y las cortes, su representación en tales juntas fue mínima. La desproporción entre 36 peninsulares y nueve representantes de América y Filipinas hizo que los criollos finalmente entendieran que ellos no representaban reinos para integrar "las Españas" sino colonias centralizadas no en torno a la figura del rey sino alrededor del concepto de metrópoli.

Eso hizo que los criollos se plantearan por primera vez la idea de construir un Estado-Nación sobre la base de romper con la tradición hispánica, momento significativo en los procesos formativos de los Estados Nacionales, a los que el historiador Eric Hobsbawm ha llamado genéricamente "la invención de una tradición", que en nuestro caso originaron una inventiva prehispánica fundacional.

En la coyuntura de 1808 a 1810 se inaugura una nueva expresión. Los criollos dejan de describirse a sí mismos como españoles americanos para llamarse simplemente americanos. Y de los memoriales preilustrados del siglo XVII se da paso a los memoriales ilustrados que tomando el lenguaje de la revolución francesa hablarán de los conceptos de patria, ciudadanía, nación y representación, aunque con contenidos muy propios que insinúan una idea de modernidad política, aunque con alcances muy limitados con respecto a la experiencia francesa o norteamericana.

Son precisamente estas tradiciones políticas de corta, mediana y larga duración histórica las que nos permiten una mejor interpretación de los sucesos del 20 de Julio de 1810.

El marco histórico que determinó el curso de los sucesos del 20 de Julio en Santafé fue el arresto, el 10 de agosto de 1809, del presidente de la Audiencia de Quito, Conde Ruiz de Castilla y sus ministros, sustituidos por una Junta Suprema de gobierno integrada enteramente por la élite criolla quiteña. Con la consigna "pueblos de América: favoreced nuestros designios, seamos uno", la junta quiteña alertó a las autoridades coloniales santafereñas, que decidieron convocar una junta de notables integrada por autoridades civiles, eclesiásticas y algunos intelectuales criollos como Camilo Torres, para impedir que los hechos de Quito se reprodujeran en territorio de la Nueva Granada.

Esa junta no sólo no operó sino que alimentó un espíritu radicalmente anticolonial en el bando criollo. Expresiones de este nuevo clima político fueron el Memorial de Agravios de Camilo Torres, fechado el 20 de noviembre de 1809, y por supuesto los motines de Cartagena del 22 de mayo de 1810 y los del Socorro del 9 de julio del mismo año, que dieron origen a las primeras juntas de gobierno.

La reyerta del 20 de Julio de 1810 entre los patriotas y el comerciante español José González Llorente fue el episodio que sintetizó las contradicciones dentro del imperio español: Corona - reinos, criollos - peninsulares, y finalmente Metrópoli - colonias. La independencia de la Nueva Granada y sus proyectos de Estado-Nación fueron el resultado y la solución de estas tensiones.