domingo, 16 de mayo de 2010

LOS COMUNEROS II

Habiamos quedado en que la gente se venia para Santa Fe y como que les dío culillo, por que entonces nombraron una comisión de tacón alto: nada menos que el arzobispo Caballero y Góngora- que después iba a ser virrey_, el oidor Joaquín Vasco y el alcalde Eustaquio Galavís, pa que fueran al encuentro de esa gente y vieran a ver si llegaban a un acuerdo con ellos. que en todo caso no los dejaran llegar hasta Santa Fe , por que eso si sería el acabóse.
Pues la tal comisión llegó hasta Zipaquirá y ahí se encontraron con los comuneros y se pusieron al habla. en un punto que se llama el mortiño ( no el del Cerrito) estuvieron en conversaciones hasta que por fín llegaron a un acuerdo, que se llama las Capitulaciones de Zipaquirá, en que les concedían a los comuneros casi todo lo que pedían, principalmente que iban a quitar muchos impuestos.
Pues con esto se volvieron ya tranquilos los comuneros pa sus pueblos...! pero qué¡, si los tales españoles habían firmado entre ellos, por debajo de cuerda, otro papel en que decían que esas capitulaciones no valían por que habian sido sacadas a la fuerza, así que no tenían que cumplir nada de lo prometido, y antes, por el contrario, empezaron a perseguir a los cabecillas principales de los comuneros, me parece que les metieron un golazo a los comuneros cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
¿Qué opinan, ustedes, de la clase de autoridades que nos estaban mandando? El oidor José Osorio, que se entregó sin pelear en Puente Nacional- ¿se acuerdan?; el otro oidor Joaquín Vasco, que había firmado las capitulaciones de Zipaquira, que ya vimos como las cumpieron; el visitador Gutierrez de Piñerez, que se había volado de Santa Fe cuando sintío pasos de animal grande, y que le había dado orden al virrey, que estaba en Cartagena, que se pasara por la faja lo que habia prometido a los comuneros, y que los castigara dúro.! Ah machos¡ ¿No? Mejor dicho: entre esa gente no había de qué hacer un caldo. Cómo sería que hasta el obispo, que despúes, cuando fué virrey se vió que sí valía la pena, esa vez sí quedó muy por el suelo con toda la gente del pueblo, que creía en él como en mi Dios.
Pues a poco de pasada la revuelta de los comuneros renunció el virrey Flórez, que no había quedado como muy a gusto con lo que acababa de pasar, le nombraron de remplazo a don Juan Pimienta, que salío de Cartagena en abril de 1872 y llegó a Santa Fe en julio, pero ardió de la fiebre, y a los cuatro días colgó los guayos.
Los oidores de la Audiencia abrieron en seguida una cubierta donde estaba el nombre del que venía nombrado como designado desde España y el reemplazo era nada menos que el arzobispo Caballero y Góngora y este despues de tomar el cargo, sacó un indulto bien grande, pues en ese tiempo no habían secuestros , ni delitos de lesa humanidad. y además estableció la Expedición Botánica.

En la próxima les cuento lo que pasó con José Antonio Galán, ahí nos vemos.chao.